CONOCIENDO A PEPE MORCILLO VILLAR
(escrito por Pepe Morcillo Gª. de la Mata)
Buscando en Google un dato del 08.03.1913, referente al ascenso del abuelo Bruno a Comandante de Ingenieros, me saltó a la vista un recuadro que decía:
José Mª Morcillo Villar
Buscando en Google un dato del 08.03.1913, referente al ascenso del abuelo Bruno a Comandante de Ingenieros, me saltó a la vista un recuadro que decía:
José Mª Morcillo Villar
Arquitecto
Claro, me faltó el tiempo para llamar al teléfono que se indicaba. Y tras un breve rifirrafe en el que mi interlocutor se percató de que no era una broma el que un tal José María Morcillo desease hablar con el Arquitecto don José María Morcillo, me pasó la comunicación.
Y se puso nuestro pariente. Encantador, cordial e ilusionado. Me contó que sabía de nuestra existencia, especialmente de la de papá y el tío Luis, así como de Eduardo. Me habló de sus hermanos y de diversos otros parientes. Su abuelo y el abuelo Bruno eran hermanos. Se alegró visiblemente de la casualidad que ahora nos unía y quedamos en que a la primera ocasión que se nos ofreciera, intentaríamos el contacto personal.
Cuando se planteó el “Morcilío”, vi la ocasión ideal para conocernos. Y Pepe Morcillo Villar aceptó, aún a costa de darse la paliza de venir a Pastrana y volver a Albacete en el mismo día. Y allí le habéis conocido con su encantadora esposa Mar y con Marta, su hija, que han dejado un buen número de amigos, contentos de haber aumentado la Orden de los Morcillo con miembros tan agradables y tan acordes con nuestra forma de ser. Y es que los genes no engañan...
Claro, me faltó el tiempo para llamar al teléfono que se indicaba. Y tras un breve rifirrafe en el que mi interlocutor se percató de que no era una broma el que un tal José María Morcillo desease hablar con el Arquitecto don José María Morcillo, me pasó la comunicación.
Y se puso nuestro pariente. Encantador, cordial e ilusionado. Me contó que sabía de nuestra existencia, especialmente de la de papá y el tío Luis, así como de Eduardo. Me habló de sus hermanos y de diversos otros parientes. Su abuelo y el abuelo Bruno eran hermanos. Se alegró visiblemente de la casualidad que ahora nos unía y quedamos en que a la primera ocasión que se nos ofreciera, intentaríamos el contacto personal.
Cuando se planteó el “Morcilío”, vi la ocasión ideal para conocernos. Y Pepe Morcillo Villar aceptó, aún a costa de darse la paliza de venir a Pastrana y volver a Albacete en el mismo día. Y allí le habéis conocido con su encantadora esposa Mar y con Marta, su hija, que han dejado un buen número de amigos, contentos de haber aumentado la Orden de los Morcillo con miembros tan agradables y tan acordes con nuestra forma de ser. Y es que los genes no engañan...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola a todos!, soy Pepe Morcillo Villar:
ResponderEliminarQuiero agradecer a Pepe Morcillo Gª de la Mata, sus comentarios tan cariñosos para mí y mi familia.
No fué ninguna paliza el viaje y si lo fué, valió la pena; nos sentimos como en casa..., en familia.
Espero que nos volvamos a ver pronto.
Un abrazo.