La historia de los Morcillo: 1/4/10

EL NAVEGANTE JUAN MORCILLO (* 1461 +1493)
Por Pepe Morcillo García de la Mata

En Villarrobledo, tanto una calle como un Instituto de Enseñanza Media llevan el nombre del más ilustre de nuestros antepasados, el Arzobispo de Lima y XXVII Virrey de Perú Fray Diego Morcillo y Rubio de Auñón. Lo que ya no es tan conocido es que otro de nuestros antepasados también da su nombre a una calle y a un colegio en su pueblo natal. Se trata de Juan Morcillo, nacido en 1461 en la localidad extremeña de Villanueva de la Serena, donde pasó su infancia hasta que en 1474 marchó a Salamanca a estudiar. Estableció su hogar en una aldea llamada Porquerizas, situada a escasas leguas de la capital salmantina y que hoy ha desaparecido absorbida por la urbe. Tres generaciones de Morcillo han vivido en Porquerizas hasta que los hermanos Miguel y Pedro Morcillo Domínguez, biznietos del extremeño, abandonaron hacia 1550 las tierras salmantinas: el primero para trasladarse a Carmona, Sevilla, y crear así la rama andaluza de la familia y el segundo a Villapalacios, en tierras albaceteñas, dando con ello origen a los Morcillo manchegos.
De la vida de Juan Morcillo sólo se sabe que se casó en Salamanca y tuvo, al menos, un hijo al que también puso el nombre de Juan. Y desaparece de la historia hasta que en la actualidad la investigadora norteamericana Alice B. Gould, estudiosa de los viajes de Colón y sus tripulantes, publica el rol de la nao Santa María, donde en 1492 vuelve a aparecer nuestro “Juan Morcillo, de Villanueva de la Serena”.
Un par de meses después del descubrimiento, el 6 de diciembre de 1492, llegaron las tres carabelas de Colón a la parte norte de la isla Hispaniola, en lo que hoy es Haití, donde, por un descuido de Colón, en la medianoche del 24 de diciembre embarrancó la Santa María. A pesar de los intentos por reflotarla, hubo que darla por perdida. Y aprovecharon los materiales de la nave para erigir el “Fuerte de la Navidad”, primera construcción occidental en América.

Colón dejó allí unos 40 hombres al mando del Alguacil Mayor Diego de Arana y decidió volver a España con las dos naves restantes. A su retorno, al mando de 16 embarcaciones, el 28 de Noviembre de 1943, sólo encontró muertos, pues los indios del cacique Caonabó, hartos de la avaricia y la lujuria de los españoles, habían incendiado el fuerte y matado a sus defensores; entre los que se encontraba Juan Morcillo, según consta en el Archivo General de Indias, Legajo: Contratación 5575, número 1.
Incluso existe el recibo del resto del pago de la soldada que se le adeudaba: “De Juan Morcillo difunto natural de Villanueva de la Serena, marido de la morzilla, 11 pesos y dos tomines”.